Biblioteca popular de Villa Luzuriaga corre peligro de cerrar sus puertas

lunes, 26 de octubre de 2009

La biblioteca “La Ornella” que funciona en el Barrio Pellufo de Villa Luzuriaga está atravesando una difícil situación y podría dejar de funcionar en noviembre. El concejal Ariel Martínez tomó conocimiento de la problemática y decidió apoyar el reclamo de los vecinos que luchan día a día por mejorar la educación y el desarrollo de los niños de la zona a través de la cultura.


El secretario del bloque Sentimiento Peronista, Daniel Novoa, visitó la entidad y dialogó con los miembros de la comisión directiva para interiorizarse de la realidad que afecta a la biblioteca.

Mary, Presidenta de la Sociedad de Fomento y Biblioteca “Barrio Peluffo”, fue la encargada de relatar el escenario que enfrenta diariamente este espacio. “Empezamos con una merienda y luego, en 2004 realizamos una asamblea y dimos inicio a la sociedad de fomento. Decidimos hacer una biblioteca por una necesidad que había de tener un lugar que contenga a los chicos”, recordó.
“Comenzamos en una vivienda que nos prestaron con la merienda y la biblioteca, pero luego tuvimos que cerrar la merienda por falta de recursos. La casa que nos facilitaban la tuvieron que alquilar y nos mudamos a un local. Luego alquilamos la casa en donde estamos funcionando actualmente”, explicó Mary.


En la biblioteca los chicos realizan distintas actividades. Hay taller de lengua, lecto-escritura, literatura, donde los niños recitan poesías, las graban y la suben a internet. Por otro lado, funcionan talleres de porcelana fría, arte, inglés para todos los niveles y matemática, física, química, lógica, así como también clases de apoyo para ingresar a la universidad.

Hoy, este espacio de contención, donde los chicos aprenden, se sociabilizan y juegan corre serio peligro de dejar de funcionar. Los miembros de la comisión directiva tratan de buscar una solución pero la realidad los supera.
“Hay mas de 300 chicos anotados, de los cuales colaboran con la cuota social cerca de 70, aunque a veces no llegamos ni a los 50. Con las cuotas juntamos cerca de 150 pesos por mes, después tenemos cinco socios benefactores que aportan diez pesos mensualmente y también realizamos eventos musicales para recaudar fondos, pero el resto del dinero para pagar el alquiler sale del bolsillo de nosotros”, relató la presidenta de la sociedad de fomento.


El reclamo que realizan los vecinos es para lograr el reconocimiento municipal como entidad de bien público y contar con un espacio físico definitivo para que pueda seguir funcionando la biblioteca.
A su vez, tuvieron la iniciativa de llegar a un acuerdo con un centro de jubilados que funciona en el barrio para compartir el especio y, de esta manera, tener un lugar fijo, pero no pudieron arribar a una solución.


Mary comentó que “en el año 2007 iniciamos el trámite para obtener el reconocimiento municipal y estuvimos un año y medio averiguando periódicamente cómo estaba nuestro expediente y nunca obtuvimos una novedad, por eso decidimos hacer público este conflicto.

Por otro lado, la entidad necesita la colaboración de profesionales, docentes y personas que deseen colaborar ya que la demanda que hay en el barrio es mayo a la que pueden cubrir actualmente.

Con ganas de aprender


En medio de la reunión el espacio se colmó de niños y niñas con ganas de aprender. “Estudiamos, dibujamos y jugamos”, respondieron los chicos ante la pregunta de qué es lo que hacen en la biblioteca. Inmediatamente comenzaron sus actividades, algunos formaron una ronda y escuchaban mientras uno leía, otros se divertían en el salón de juegos y esperaban ansiosos comenzar su clase de lengua a cargo de Mary.



Las madres iban llegando con sus hijos de las manos y se sumaban a la conversación. “La verdad que es una ayuda para nosotros porque en el colegio muchas veces faltan los maestros y aquí adelantan un poquito mas”, comentó una madre.

“Sería bueno que se cumpla con el derecho de las personas que quieren llevar adelante una entidad de bien público”, exclamó otra.

La mirada del Concejal


El concejal Ariel Martínez tomó conocimiento de las actividades que realizan en la sociedad de fomento “Barrio Peluffo” y de la difícil situación que les toca atravesar. “Es muy importante ayudar a los niños en su desarrollo intelectual y colaborar para su inserción social. La tarea que lleva a cabo la biblioteca, con sus talleres, es muy importante y debe ser apoyada porque, no solo es un espacio de aprendizaje, sino que funciona como un lugar de contención, y esto es muy importante en los tiempos que corren”, opinó Martínez.



A su vez, el edil aseguró que “me pone muy contento saber que tantos chicos se acercan a la lectura y la escritura, así como también a otras actividades, y desde el ámbito político tenemos que brindar nuestro respaldo para el desarrollo cultural”.

Por último, Ariel Martínez adelantó que acompañará a los vecinos en su reclamo para que esta tarea que llevan a cabo pueda seguir funcionando y creciendo en la localidad de Villa Luzuriaga.

1 comment

Anónimo dijo...

hola soy nadia tengo 11años y soy avitue de la biblio y no me gustaria que la sieren ya que no tendriamos donde hir y no entiendo por que no esta reconocida como entidad publica eso me lo esplico mi mama porfa tomen cartas en el asunto gracias nadia bustos

26 de octubre de 2009, 15:57

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